viernes, 1 de febrero de 2013

El ojo compuesto


“Una capa tras otra de estructuras perfectamente ordenadas.” Así describe el ojo compuesto de muchos insectos el profesor Luke Lee, de la Universidad de California.
Reflexione: El ojo compuesto de algunos insectos, como el de la abeja y el de la libélula, está formado por un gran número de unidades visuales, cada una de las cuales apunta en una dirección. Las imágenes que recogen estos lentes por separado se combinan para crear una amplia visión en forma de mosaico que resulta extraordinaria a la hora de percibir movimientos.
Los investigadores están tratando de imitar el ojo compuesto de los insectos a fin de fabricar detectores de movimientos de alta velocidad y cámaras multidireccionales ultradelgadas, que podrían tener un buen número de aplicaciones. En el campo de la medicina, por ejemplo, podrían usarse para examinar el estómago. El paciente se tragaría la “microcámara”, que recogería imágenes valiéndose de su ojo compuesto y las enviaría mediante ondas.
Un equipo de bioingenieros ya ha inventado un ojo compuesto artificial con más de ocho mil quinientos lentes que caben en la cabeza de un alfiler. No obstante, esta tecnología palidece ante el ojo compuesto del mundo de los insectos. La libélula, por ejemplo, posee unas treinta mil unidades visuales en cada ojo.