Las conchas marinas parecen
frágiles, pero no son tan fáciles de partir. Tenía que darles con un
martillo para romper un trocito. La dureza de las conchas es sobresaliente en el
caso de los moluscos.
Reflexione: La capa
interna de la concha de los moluscos, llamada nácar o madreperla, está
formada de escamas microscópicas separadas por nanómetros (un nanómetro
es la milmillonésima parte de un metro). La complejidad del nácar a
escala nanométrica es asombrosa, y es muy probable que sea un factor
clave en la dureza del material.
El redactor de artículos
científicos Charles Petit califica de “increíblemente ordenada” la
imagen ampliada del nácar. Al microscopio, un corte
transversal se presenta como una pared de ladrillos, con placas
hexagonales planas de un tipo de carbonato cálcico cristalino, ordenadas
en capas perfectas. Lo que las une es un pegamento flexible de alto
contenido proteínico que segrega el molusco.
El secreto de la concha de los
moluscos podría tener una gran variedad de aplicaciones, como blindajes,
carrocerías de autos y alas de aviones. La naturaleza emplea
estructuras a nanoescala para producir materiales con propiedades
mecánicas superiores. Los ingenieros aún tienen que
aprender mucho para desarrollar el mismo tipo de habilidad.
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